Inmigrantes que viven en Estados Unidos acuden a pescar sin conocer los posibles riesgos para la salud que supone el pescado en ciertas zonas, donde el porcentaje de mercurio en algunos peces es alto, esta sustancia tóxica es especialmente dañina para embarazadas y niños.
El mercurio se encuentra presente en diferentes cantidades en el pescado de todo el país, principalmente el róbalo. Las autoridades han recomendado limitar su consumo, especialmente para las personas en grupos de riesgo, como los inmigrantes.
Sin embargo, la falta de información parece estar extendida entre los pescadores que frecuentan ríos y lagos cerca de zonas urbanas. Pero las advertencias sanitarias del gobierno sobre el pescado no llegan a los que más necesitan oírlas: familias de bajos ingresos e inmigrantes, algunos de los cuales pescan a diario o cada semana para sus comidas familiares.
El mercurio, que se encuentra presente de forma natural en el pescado, se filtra a los acuíferos de todas partes, aunque hay algunos puntos de mayor concentración por todo el país relacionados con plantas que queman carbón, minas viejas o industrias.
El mercurio puede ser devastador para el desarrollo neurológico de fetos y niños. Para los adultos, los problemas a largo plazo incluyen pérdida de visión y dificultades para caminar.
Aunque los niveles de mercurio pueden variar, algunos de los lugares de pesca más populares de pueden ser los más peligrosos, entre ellos el río Susquehanna, en Pennsylvania; el río Coosa de Alabama; la bahía de San Francisco y algunas zonas del río Sacramento.
Los expertos no quieren disuadir a la gente de comer pescado, pero creen que los gobiernos deberían hacer más por informar a los pescadores inmigrantes sobre formas sencillas de reducir el riesgo.
Fuente: Hoy Los Ángeles