Cuando llegó a los 4 años de edad a Estados Unidos, procedente de Colombia, Jhonatan Sánchez no se imaginó que 21 años después sería dueño de su propio negocio. Y no sólo eso, sino que sería un barbero reconocido por su vistoso trabajo.
Actualmente, Jhonatan, de apenas 25 años, es dueño de su propia barbería: “Modern Grooming Barbershop”, ubicada en Round Lake. En ella, el joven colombiano se ha hecho famoso debido a sus vistosos cortes, los cuales incluyen retratos de artistas, dibujos animados, superhéroes y celebridades del mundo de los deportes, televisión y del cine.
La pasión de Jhonatan por los diseños llamativos empezó como un penoso accidente. De acuerdo con el joven, de niño siempre acudía a barberías donde le cortaban mal el cabello, en una ocasión, su padre decidió cortarle el cabello él mismo. El resultado fue aún peor.
“Iba mucho a los salones y siempre me trasquilaban. Un día también mi papá me trasquiló y ese día ya no dejé que nadie me cortara el cabello. Allí empezó todo”, rememora entre sonrisas. Tras este episodio, Jhonatan optó por aprender a cortarse el cabello por sí mismo.
Artista en ciernes
El trabajo que brinda se caracteriza por convertir cabelleras en obras de relieve. Trabajo que no tardó en trasladar a las cabelleras de amigos y compañeros, quienes comenzaron a hacer cola en el sótano o baño de su casa.
Fue entonces cuando descubrió que su futuro “estaba en las tijeras, la navaja y la máquina de afeitar”. Jhonatan tiene una extensa colección de fotografías de su novedoso arte, y su fama ha corrido de boca en boca en Chicago a través de las redes sociales. A tal grado que en octubre de 2015 abrió “Modern Grooming Barbershop”.
Además de su trabajo como barbero, para el que obtuvo licencia desde hace 3 años, Jhonatan también se dedica a realizar obras con sal. Ahora que ya tiene su propia barbería, sigue dándose pequeños tiempos para hacer sus retratos, mismos que sueña con colgar en un museo o galería.
“Sueño que me reconozcan como un artista, que puedo hacer arte con cualquier cosa, no solamente el cabello. Presenté mis trabajos cuando estuve en secundaria, pero sería feliz si los pudiera llevar a un museo de arte”, admite.
Fuente: La Opinión