El muro es una obsesión del actual mandamás de los Estados Unidos, ha hecho lo imposible para obtener los recursos económicos y construirlo con el afán de frenar la migración de Centroamérica y más países.
Esta pared siempre ha sido un tema a discutir a nivel mundial, representa la opresión y el racismo de un país que se dice nacionalista, cuando fue construido y hecho por los millones de migrantes que llegaron en décadas pasadas.
Un profesor norteamericano de Arquitectura colocó unos columpios en la valla, pared, barrera, que separa y divide a la unión americana y el territorio mexicano.
Como se puede ver en la imagen de inicio, niños y adultos de ambos lados, disfrutan de esta iniciativa que rompió barreras y unió dos países vecinos, que necesitan uno del otro.
Ronald Rael fue profesor californiano que ha instaló y armó los columpios en el muro que separa a estadounidense y mexicanos. Durante unos minutos el balanceo juntó, a las familias separadas.
El profesor emocionado dijo: “Una de las experiencias más increíbles de mi carrera y la de @vasfsf que da vida a los dibujos conceptuales del Muro de Teetertotter de 2009 en un evento lleno de alegría, emoción y unión en la frontera. El muro se convirtió en un punto de apoyo literal para las relaciones entre EEUU y México, y los niños y adultos se conectaron de manera significativa en ambos lados con el reconocimiento de que las acciones que tienen lugar en un lado tienen una consecuencia directa en el otro lado”.
Los columpios se instalaron en una zona de la Ciudad de Juárez con el fin de que los niños jueguen y se olviden por unos minutos de la amarga realidad en la que viven del otro lado del muro; muchos de ellos separados de sus familias.
Una mala noticia es que el Tribunal Supremo estadounidense aprobó que destine dinero público del pentágono para construir lo que queda del muro que tantas familias y amigos está separando, por un impulso mal fundado.
Este muro divididor tiene más de 3.000 kilómetros que van desde el Pacífico hasta el Atlántico. A pesar del empeño de la Casa Blanca en separar ambos países, iniciativas como la de Ronald Rael pusieron un granito de arena gigantesco para cambiar las cosas.
Lo más increíble y que seguro para muchos fue sorprendente, es quien construyó los columpios fue un ciudadano norteamericano, ¿quién diría?
Esperemos que esta iniciativa aligere las cosas y se cree una conciencia diferente y de unión.
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Fuente: El País