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Acceso Latino

Cuando uno lee o escucha que cinco mujeres mexicanas sobresalieron en sus trabajos en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos de Norteamérica (NASA, por sus siglas en inglés) es motivo de orgullo y se nos pone la piel chinita.

Cinco damas, cinco historias, madres, inmigrantes y profesionistas, que a diario realizan investigaciones en diversas áreas de la NASA, como la creación de dispositivos tecnológicos, programación cuántica, astrobiología e ingeniería de propulsión y lanzamiento.

Dorothy Ruiz Martínez es de Matehuala, San Luis Potosí, se mudó a Estados Unidos a los 16 años, es ingeniera aeroespacial graduada de Texas A&M, tiene el puesto de operadora de vuelo para la Estación Espacial Internacional de la NASA.

Ali Guarneros Luna, de la Ciudad de México, inmigrante, madre soltera de cuatro hijos, dos de ellos con discapacidad, venció a todos los obstáculos y se convirtió en una de las investigadores más reconocidas de la Unión Americana. Es ingeniera aeroespacial y es una de las pocas científicas latinas que trabajan todo el tiempo en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en Mountain View, California.

Carmen Victoria Felix Chaidez, Culiacán, Sinaloa. Es Ingeniera en Electrónica y Comunicaciones, es la primera mexicana en participar en las misiones análogas de Marte, participó en estudios científicos en el departamento de Space Business and Management, de la International Space University. Colaboró en los proyectos del Centro Espacial Kennedy de la NASA y el Instituto Tecnológico de Florida (FIT).

María Regina Apodaca, de la Ciudad de México, estudió la licenciatura en Física de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM y es la mente maestra detrás del proyecto de la NASA que hará volar un helicóptero en la atmósfera marciana.

Y por último tenemos a Brenda Natalia Pérez Pérez, de Chihuahua. Licenciada en Ingeniería Mecánica y Aeroespacial, ella está realizando un interinato en el centro AMES en el programa dedicado en investigaciones de aeromecánica llamado Rotocraft Aeromechanics.

Cada una de ellas es muestra de que las cosas se pueden lograr y es un orgullo tenerlas en una de las organizaciones más prestigiosas del mundo, donde solo están las mentes maestras del planeta.

 

Fuente: Investigación y Desarrollo

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