“El niño que tomé de la mano al cruzar la frontera es ahora un abogado”, declaró llena de orgullo Teresa Galindo, de 72 años de edad, antes de romper en llanto ante la confirmación de que su hijo, César Vargas, se convirtió en uno de los 68 nuevos miembros del New York State Bar (NYSBA), la Barra de Abogados de Nueva York.
Tras una lucha de cuatro años, César Vargas prestó juramentado como abogado, convirtiéndose así en uno de los primeros inmigrantes sin estatus legal que ejercerá esta profesión en Nueva York.
César, de 32 años de edad, tomó juramento como abogado miembro de la NYSBA durante una ceremonia llevada a cabo en el Tribunal Supremo del Estado en Brooklyn Heights. Su licencia como abogado es una de las primeras aprobada para un inmigrante sin estatus legal en Nueva York.
Con la reforma migratoria estancada en el Congreso y la acción ejecutiva anunciada por Barack Obama para proporcionar protección legal a algunos inmigrantes indocumentados actualmente bajo revisión del Tribunal Supremo, esta noticia ha ofrecido esperanza a activistas pro inmigrantes.
César Vargas llegó a Estados Unidos cuando apenas contaba con 5 años de edad, fue criado en Staten Island y se graduó de la Escuela Secundaria James Madison, en Brooklyn; tras cursar la escuela de Derecho, pasó el examen de la NYSBA en 2011, en su primer intento; solicitó su admisión a la barra en 2012 pero fue rechazado debido a su estatus migratorio. En 2013, César obtuvo la protección de DACA.
“Debo admitir que hubo momentos en los que me sentí derrotado; en los que pensé que no iba a ser un abogado”, dijo César. Sin embargo, su solicitud fue enviada a la División de Apelación del Tribunal Supremo del Estado, quien el pasado mes de junio votó por unanimidad conceder su solicitud a la barra, convirtiéndolo en uno de los primeros inmigrantes sin estatus legal en entrar al NYSBA.
Fuente: The New York Times