“Brown is not for browns” (Brown no es para los morenos), escribió Kimberly Dávila, inmigrante mexicana que aspiraba ingresar a la prestigiosa universidad de Brown, una de las mejores en Estados Unidos, pero que cuenta con una escasa presencia de estudiantes latinos.
Detalle que a Kimberly no la detuvo al momento de mandar su ensayo para solicitar la admisión a la institución, es más se valió de esta característica para empezar su escrito. “Noté que no había gente como yo”, narra la joven de apenas 17 años de edad y oriunda de Mazatlán, en el estado de Sinaloa, México.
Ahora, Kimberly será parte del selecto grupo de latinos en las aulas de Brown, prestigioso instituto ubicado en Rhode Island. Cosa a la que está acostumbrada, pues estudió en la secundaria Montebello, en la ciudad del mismo nombre, donde los únicos hispanos que vio en ese campus fueron unos compañeros que llegaron como parte de un programa académico.
“Me gusta representar a mi gente, vengo de una comunidad de muy bajos recursos, de una familia que siempre ha trabajado duro. Por eso y también porque soy inmigrante se me hace un logro muy grande”, expresó orgullosamente.
Kimberly fue indocumentada durante buena parte de su infancia, pues sus padres la llevaron a Estados Unidos cuando apenas era un bebé. Ahora estudiará Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en Brown, universidad en la que aprovechará un generoso paquete financiero que pagará toda su formación profesional.
Para darse una idea de la escasa presencia de latinos en la universidad de Brown, cabe resaltar que en el ciclo escolar 2015-2016, apenas 179 latinos lograron matricularse. Brown fue fundada en el año de 1764 y en su lista de egresados se pueden encontrar ganadores de premios Nobel y gobernadores, así como destacados científicos, ejecutivos, empresarios, escritores y académicos.
Fuente: La Opinión