El 19 de enero el Tribunal Supremo de Estados Unidos anunció que estudiará el caso de los alivios migratorios que fueron anunciados por el presidente Barack Obama en noviembre de 2014, los cuales se encuentran congelados debido a una demanda de 26 estados que buscan eliminarlos.
Ante el anuncio, la Casa Blanca aplaudió la decisión del Tribunal Supremo, pues los alivios migratorios se encuentran trabados en los tribunales desde hace un año. La máxima corte estadounidense ha previsto realizar audiencias sobre el caso “United States vs Texas” en abril y emitir un dictamen definitivo en junio de este año.
Brandi Hoffin, portavoz de la Casa Blanca, dijo que los alivios migratorios anunciados por el presidente “proveerán mayores oportunidades para que los inmigrantes puedan contribuir” al país, especialmente jóvenes que emigraron de niños a Estados Unidos, así como padres de ciudadanos y residentes legales que ya contribuyen en sus comunidades y la economía nacional, lo anterior mediante los programas de DACA y DAPA.
Hoffine también señaló que millones de familias inmigrantes lo largo del país solo quieren la oportunidad de trabajar legalmente, pagar impuestos y contribuir al país de forma “abierta y honesta”.
Se calcula que los alivios migratorios beneficiarían a hasta cinco millones de inmigrantes indocumentados, lo cual implica la extensión del programa de Acción Diferida (DACA) de 2012 y uno similar para adultos con hijos ciudadanos o residentes legales, conocido como DAPA.
En caso de existir un fallo a favor de los alivios migratorios, significaría una importante victoria para toda la población indocumentada.
Fuente: La Opinión