Otra opción es la solicitud de asilo, sin embargo, en esta opción el solicitante debe demostrar con pruebas que teme ser perseguido en su país de origen por diversos motivos como raza, nacionalidad, religión, postura política o pertenencia a un grupo social en particular. Para los beneficiarios de DACA esta opción es particularmente difícil, ya que, al tener más de un año de haber entrado a Estados Unidos, es necesario presentar una razón que explique por qué no presentó la solicitud antes.  Para este tipo de casos es fundamental contratar los servicios de un abogado de inmigración con experiencia.

Otra alternativa es una visa de trabajo, por ejemplo, en algunos casos los beneficiarios DACA pueden ser elegibles para obtener una visa H-1B si cumplen con ciertos requisitos. Anualmente se entregan hasta 65 mil visas de este tipo, además hay 20 mil visas adicionales para personas que cuentan con un posgrado en una universidad o institución estadounidense.

Asimismo, el 18 de junio, la Casa Blanca anunció que las personas con DACA y otros Dreamers que obtuvieron un título de educación superior en Estados Unidos y que recibieron una oferta de trabajo de un empleador estadounidenses, cuentan con mayores probabilidades de recibir sus visas de trabajo.

Algunos requisitos son contar con una entrada legal a Estados Unidos, la cual puede obtenerse por medio del Advance Parole. Asimismo, es importante que tengan menos de seis meses de presencial ilegal, la cual comienza a registrarse cuando los inmigrantes cumplen 18 años, es decir, si una persona obtuvo DACA a los 18 años, no tiene registros de presencia ilegal.

Para conocer más sobre tus opciones, te recomendamos contactar a un abogado de inmigración, quien podrá explicarte de manera detallada cuáles son tus alternativas para permanecer en Estados Unidos si DACA llega a desaparecer.