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Acceso Latino

La revista Journal of Molecular and Cellular Cardiology, publicó que los genes que permiten la intrusión del coronavirus a las células del corazón se vuelven más activos con el paso de los años. 

Este descubrimiento podría ser determinante para entender por qué la edad es el mayor factor de riesgo para morir de Covid-19, siendo los mayores de 70 años los más vulnerables, y por qué el virus puede ocasionar complicaciones en los casos más delicados, como insuficiencia cardíaca e inflamación del corazón. 

“Cuando este nuevo coronavirus surgió por primera vez, esperábamos que fuera principalmente una enfermedad respiratoria, ya que el virus suele atacar primero los pulmones. Pero a medida que la pandemia ha ido avanzando, hemos visto más y más pacientes de Covid-19 (particularmente pacientes mayores) afectados por problemas cardíacos. Esto sugiere que el virus es capaz de invadir y dañar las células del corazón y que algo cambia a medida que envejecemos para hacer esto posible”, aclara el líder del estudio, Anthony Davenport, de la Universidad de Cambridge en Reino Unido. 

Los expertos examinaron las células cardiomicitos para ver si eran vulnerables a infección por coronavirus; estas forman el músculo cardiaco y se contraen y relajan, lo cual hace que el corazón bombee sangre por todo el cuerpo. Si son dañadas, el virus entra y afecta la funcionalidad de los músculos del corazón, lo cual provoca insuficiencia cardiaca. La forma esférica del Covid-19 y sus proteínas de “púas” en la superficie entran y se unen a la ACE2, que es un receptor de proteína que se encuentra en el exterior de algunas células. El virus también es capaz de tomar otras proteínas y enzimas, incluyendo el TMPRSS2 y las catepsinas B y L para hacerse paso. 

Los investigadores hicieron pruebas con dos grupos de cinco hombres jóvenes (19 a 25 años), y cinco hombres mayores (63 a 78 años), comparando sus cardiomicitos, siendo más activos en los de avanzada edad, lo que propone la posibilidad del aumento en las proteínas correspondientes en los cardiomicitos longevos.

“A medida que envejecemos, las células de nuestros músculos cardíacos producen más proteínas que el coronavirus necesita para entrar en nuestras células. Esto hace que estas células sean más vulnerables a los daños del virus y podría ser una razón por la que la edad es un factor de riesgo importante en los pacientes infectados con SARS-CoV-2”, puntualiza Emma Robinson, de la Universidad de Maastricht (Holanda) y de KU Leuven en Bélgica. 

La investigación señala que algunas de las proteínas codificadas por los genes pueden ser inhibidas por los medicamentos existentes, por lo que los que se desarrollarían en el futuro podrían bloquear la unión entre el virus y la ECA2 y favorecer al corazón. 

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