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Acceso Latino

Una boliviana que ha hecho florecer su empresa

Pamela Berrios ha dado vida a una empresa de jardinería y paisajismo y ayudado a crear otras en el sector

Berrios es la dueña de una empresa de diseño y cuidado de jardines, Alexandria Lawn Services. Su compañía tiene cinco equipos de trabajadores, tres personas en la oficina y ventas anuales de un millón y medio de dólares. Además, esta mujer que lleva ya años en el negocio, es presidenta electa de la National Hispanic Landscape Alliance.

Llegar donde está ahora ha sido un camino no siempre planeado pero siempre abrazado con entusiasmo.

A los 16 años compaginó los estudios con un trabajo como asistente en la oficina de un médico. “Allí aprendí bastante de administración, de entender y atender al cliente y a los pacientes”, explica. Entonces también empezó a gustarle la medicina y le hubiese gustado seguir en ello “pero teníamos pocos recursos y eso era más grande de lo que yo podía hacer en el momento”.

Berrios se graduó joven en el high school y llegó al Community College donde tomó clases de administración de empresas, computación, entre otras materias. Todo ello mientras trabajaba y empezaba a tener hijos.

“A los 21 años tenía un matrimonio joven, tres hijos y seguía estudiando”, cuenta. Además, por si le faltara tare, se hizo cargo de la administración del pequeño negocio de recorte de pasto y jardinería de su esposo. “Él trabajaba por su cuenta y decidimos hacer lo posible para que el negocio creciera. Puse toda mi energía en eso, en los niños, en los estudios, en salir adelante”.

“No habría podido hacer nada sin mi madre, sin ese apoyo, imposible. Luego yo siempre me he centrado bien y todo se fue dando”.

Tanto es así que con su esposo trabajando en la labor de jardinería y paisajismo y ella en la administración, marketing y contabilidad, la empresa comenzó a crecer hasta el punto de que llegaron a tener seis grupos, de tres personas cada uno, y varias personas en las oficinas. “Como ganábamos dinero empezamos a invertir en bienes raíces, y me di cuenta que podía irme mejor si sacaba la licencia”. El objetivo era ahorrarse comisiones de intermediación.

Eso fue en 2004. El mercado subía como la espuma hasta que cuatro años más tarde se verificó que aquello era una burbuja que terminó explotando. Berrios experimentó todo eso porque una vez que tuvo su licencia de broker empezaron a llegar clientes “Fue un momento increíble, controlé la empresa de jardinería pero me dediqué casi todo el tiempo a los bienes raíces”, dice tras recordar que llegó a vender 20 casas al mes y admitir que es algo que le trajo muchas ganancias.

“Me encantaba ayudar a familias a alcanzar su sueño de un manera honesta”, dice recalcando esto último ya que explica que en ese momento mucha gente se aprovechó “de nuestra gente latina y eso me dio mucha cólera”. Hay que recordar que la fiebre de la vivienda de comienzos de siglo fue un mercado lleno de abusos en los que muchos latinos se vieron atrapados para salir empobrecidos de la experiencia. Berrios dice que en algunos momentos llegó a parar el cierre de un contrato para evitar el engaño a los compradores.

Desde entonces hasta ahora, Pamela Berrios se ha dedicado a trabajar en la calidad de una empresa que tiene clientes que han estado con ella durante 20 años ya. “Me he dedicado a formar al personal dentro de la empresa para que tengan la misma visión que yo tengo”. Su idea es crecer con el cliente y dar un buen servicio de tal manera que la gente “te busque y hable de ti a otros”.

El training y la pasión por construir liderazgo le llevó a la Asociación Nacional de Paisajistas Hispanos, en la que ha estado cinco años en la junta directiva y ha ayudado a su hermano a crear su empresa en el sector.

Su meta ahora, una vez que ha consolidado la calidad y el tipo de servicio que quiere dar con todo su equipo es hacerla crecer otra vez y duplicar sus actuales ventas. “Estamos listos”, afirma rotundamente.

Fuente: La Opinión.

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