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José Hernández: ‘El niño que tocó las estrellas’

A pesar que en el acta de nacimiento de José Hernández Moreno diga que nació en French Camp, California, los orígenes del ahora famoso astronauta se encuentran a miles de kilómetros hacia el sur: en Michoacán, México.

El municipio de La Piedad, Michoacán fue el lugar donde nació el señor Samuel Hernández, padre de José, quien, cuando decidió emprender su viaje hacia Estados Unidos, seguramente no imaginó que su futuro hijo, al igual que él, emprendería un viaje largo y peligroso; solo que él no lo haría pensando en un mejor porvenir para su familia, sino teniendo en mente cumplir su más grande sueño: tocar las estrellas.

“Me cambió la vida ir al espacio”, admite José Hernández, quien en dos ocasiones ha tenido la oportunidad de ver al planeta Tierra desde el espacio. “Doce veces lo intenté y lo logré. Ver la Tierra desde otra perspectiva tiene un impacto profundo en ti”, comparte quien, cuando era niño, ayudaba a su padre en las cosechas, viajando desde el sur de California hasta Michoacán cada mes de marzo.

Y fue uno de sos días durante su dura infancia cuando fue testigo del suceso que lo llevaría a fijar su meta en la vida. “Me encontraba limpiando con azadón una fila de remolacha azucarera en un campo de cultivo cerca de Stockton, California y escuché en la radio de transistores que Franklin Chang-Díaz había sido seleccionado como astronauta… y allí fue cuando me nació el sueño de querer ser astronauta”, narra y, como cualquier niño que acaba de encontrar su meta en la vida, corrió a contárselo a su padre, quien, lejos de hacerle ver lo imposible que aquello sonaba, “me dio una receta muy simple para llegar a cumplirla (su meta)”.

“Me sentó en la mesa de la cocina y me dijo que si quería ser astronauta siguiera estos pasos: ‘Define tu meta; reconoce qué tan lejos estás de esa meta; crea una ruta o plan que te va a llevar a cumplir tu sueño; edúcate, pues no hay sustituto para llegar a la meta sin una buena educación; y finalmente ten ganas y perseverancia‘”, el pequeño José escuchó con atención y siguió cada uno de esos pasos; tras años de perseverancia y esfuerzo, pudo tocar las estrellas.

“Yo vine de una familia muy pobre, muy humilde, de familia inmigrante campesina y este país me dio la oportunidad de estudiar y perseguir mis sueños como astronauta”, dice orgulloso José Hernández, quien actualmente se encuentra promoviendo un libro que decidió escribir diseñado para niños, titulado El niño que tocó las estrellas, el cual es su segunda obra, siendo la primera Cosechador de estrellas.

 

Fuente: NASA, Excélsior, Radio Fórmula

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