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Jóvenes inmigrantes y refugiados pagarán colegiaturas de residentes en California bajo nueva ley

El sueño de Mateo Nicolás Francisco Esteban de ir a la universidad se ve más cerca bajo una nueva ley que va a permitir que jóvenes refugiados y quienes tienen visas de inmigrante especial paguen las mismas colegiaturas que los residentes en los colegios comunitarios de California.

“Primero quiero terminar la secundaria para después ir al colegio comunitario. Ahora estoy pensando qué estudiar”, dice el joven mientras refriega con fuerza un auto que limpia para el negocio de lavado de carros en el que trabaja en Los Ángeles.

“Vivo con unos primos. A mí nadie me ayuda. Fui a la secundaria por unos siete meses pero ya no pude. Tengo que trabajar”, argumentó.

Francisco Esteban, quien recién cumplió 18 años, llegó de Guatemala a Los Ángeles en julio de 2015. El año pasado obtuvo el amparo a través de la visa inmigrante especial.

“Los pandilleros me tenían lleno de miedo. Me pedían cuotas mensuales, me pegaban, me correteaban. Lo peor vino cuando entraron a mi casa y violaron a mi mamá y a una de mis hermanitas”, cuenta Francisco Esteban, a quien se le dificulta expresarse en español porque su primera lengua es el dialecto maya.

Le llevó un mes el trayecto de Guatemala a la frontera con Estados Unidos. En Nogales, Arizona fue arrestado y llevado a una casa para menores no acompañados. Las autoridades de migración se lo entregaron a un primo que es ciudadano estadounidense.

A los cuatro meses después de haber venido a la urbe angelina, Francisco Esteban recibió el asilo político y un permiso de trabajo. Su sueño de estar legalmente en Estados Unidos se le hizo realidad. El siguiente es regresar a la secundaria, aunque sea de noche. “No quiero una vida de sufrimiento por no haberme educado”, confió.

Buscan integrarlos

Los planes de este joven inmigrante para estudiar se le van a facilitar a partir de que el gobernador Jerry Brown hizo ley la medida AB343 de los asambleístas Kevin McCarty de Sacramento, Lorena González de San Diego y Adrin Nazarian de Van Nuys que autoriza a los refugiados con ciertas visas – como es el caso de Francisco Esteban – a que paguen las mismas colegiaturas que los residentes en los colegios comunitarios durante su primer año de residencia.

La medida AB343 es parte de un paquete legislativo de bienvenida a los refugiados de California, y apoya a personas a quienes se les ha dado una visa como inmigrante especial debido a que han sido desplazados de sus países de origen debido a conflictos y guerras.

Se estima que California es el hogar de la población más grande de refugiados de Estados Unidos. En los últimos 15 años le ha dado la bienvenida a más de 112,000.

En apoyo a los niños refugiados, este año el presupuesto estatal incluyó 10 millones de dólares para los distritos escolares del Kinder al grado 12 para que los destinen a dar servicios de apoyo complementarios como traducción y consejería.

Los condados de Sacramento, San Diego y Los Ángeles que representan McCarthy, González y Nazarian, tienen la más alta población de refugiados en California.

“California liderará con hechos, no con miedo”, dijo el asambleísta McCarthy. “El hecho es que al integrar con éxito a las comunidades de refugiados, California se volverá más fuerte y nuestras comunidades más seguras”, consideró.

La nueva ley sólo funciona para el primer año en que los refugiados llegan a California porque después de ese periodo ya se consideran residentes y no tienen que pagar las colegiaturas como si fueran estudiantes de fuera del estado.

El costo de la unidad en un colegio comunitario en California es de 46 dólares por unidad para los residentes; para los no residentes, varía por distrito, pero en promedio es de 234 dólares por unidad.

Fuente: La Opinión.

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