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Acceso Latino

Ni Paulina ni Flor, beneficiadas con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), tenían dinero para pagar los casi 500 dólares que cuesta la renovación de este alivio migratorio. Lo que sí tenían era el reloj en contra porque la fecha límite para el trámite vence el 5 de octubre.

En busca de alguna alternativa – cada quien por su lado – acudió a las oficinas de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA), y encontraron lo que buscaban porque no sólo les ayudaron a llenar la solicitud de renovación, sino que a Paulina la canalizaron al Consulado de México en Los Ángeles para obtener ayuda financiera; y a Flor la apoyaron con el pago.

“El Consulado de México y otros consulados como el de Guatemala han dispuesto un fondo para apoyar a los muchachos con el pago de DACA. Dependiendo de un análisis económico y los ingresos personales, se determina con cuánto se les apoya”, afirma Luis Tadeo de CHIRLA.

“Lo único que tengo que llevar es una copia de la solicitud y mi acta de nacimiento”, comenta Paulina, nacida en Guadalajara, México hace 21 años. Ella llegó a los 3 años de edad al país.

La estudiante de criminología en la Universidad de California, Irvine admite que siente un gran alivio de saber que el Consulado de México la apoyará con el pago. “Yo conseguí que mis padres me prestaran, pero cuando el Consulado me dé el dinero, se los voy a devolver”, sostiene.

La falta de dinero no debe ser un obstáculo

Los jóvenes beneficiados con este programa a quienes se les vence el permiso antes del 5 de marzo, tienen hasta el 5 de octubre para enviar la solicitud de reautorización de DACA.

“El factor económico no debe detener a nadie para pedir la renovación. Deben buscar ayuda en las organizaciones de la comunidad como CHIRLA, CARECEN y Undocumedia”, puntualiza Tadeo.

CHIRLA tiene un fondo de casi $100,000 dólares con donativos privados para apoyar a los muchachos DACA de escasos recursos a pagar las renovaciones.

“A los que son mexicanos como Paulina los mandamos al Consulado de México; y a los centroamericanos a CARECEN y a quienes no tienen a nadie que los pueda respaldar, los ayudamos aquí”, observa Tadeo.

En los últimos días, los jóvenes DACA han hecho largas filas afuera de las instalaciones de esta organización comunitaria en busca de asesoría para llenar las solicitudes y pedir ayuda financiera.

Flor, una joven argentina de 21 años traída al país por sus padres a los 5 años, recibió ayuda de CHIRLA para pagar por su DACA. “Las donaciones de la gente nos hacen sentir menos solos”, dice.

Confiesa sentirse decepcionada y en shock tras el anuncio del fin de DACA en seis meses. “Es como una traición. Seis meses son demasiado para no saber nada. Me siento con mucho miedo y como si todo lo que hubiera hecho en este país fuera una pérdida. Es feo vivir así”, observa.

La ayuda para pagar el DACA le cayó muy bien porque es una estudiante de Arte en un Colegio Comunitario y trabaja medio tiempo en educación especial. “Con los 900 dólares que gano al mes, apenas si me alcanza para la vivienda, los libros, el transporte y la comida”, cuenta.

Tadeo, de CHIRLA, dice que aunque es mucha satisfacción apoyar a los muchachos DACA que no cuentan con fondos para pagar por su renovación, reconoce que también resulta muy difícil decirles ‘No’ a quienes se les vence su permiso después del 5 de marzo, y ya no pueden renovar.

“Muchos llegan con la esperanza de ver si se puede. Pero de momento no hay ninguna oportunidad. A mí mismo se me vence en abril de 2018 y ya no puedo tener otra renovación”, dice Tadeo, de 24 años y quien arribó en Estados Unidos a los 3 años.

Fuente: La Raza

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