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Acceso Latino

Activistas que defienden los derechos de los inmigrantes y líderes comunitarios se dieron cita el miércoles en un restaurante de La Pequeña Habana donde instaron a los indocumentados a mantener la calma y al presidente electo Donald Trump a no llevar a cabo deportaciones masivas ni revocar el programa del presidente Barack Obama que protege a jóvenes traídos por sus padres indocumentados cuando era niños.

“Exhortamos a todos nuestros hermanos latinoamericanos, documentados e indocumentados, a continuar con el arduo trabajo que nos hemos propuesto, que es la consecución de la reforma migratoria, y esto, únicamente, lo conseguiremos en paz, orden y reconciliación,” dijo Francisco Portillo, uno de los organizadores del evento al que asistieron una media docena de miembros de la Coalición de Organizaciones Latinas Unidas.

El evento fue uno de los primeros en el sur de la Florida, luego de que Trump ganara la elección presidencial, en marcar un distanciamiento de grupos más agresivos que en otras partes del país han estado llevando a cabo marchas, protestas y actos de desobediencia civil con el mensaje de que Trump no es su presidente.

En la reunión de Miami, Portillo y los otros activistas dijeron que ellos aceptan el triunfo de Trump y lo respetan como próximo presidente de Estados Unidos.

Dijeron que a pesar de esto, no cejarán en su lucha por la reforma migratoria, que implica la legalización de los más de 11 millones de indocumentados que se estima viven en el país.

También los activistas le solicitaron a Trump que no lleve a cabo ni las deportaciones masivas que previamente prometió durante su campaña, ni revoque el programa iniciado por Obama que otorga protección temporal renovable a más de 700,000 jóvenes traídos al país cuando eran niños por sus padres indocumentados.

Este programa es ampliamente conocido como DACA, las siglas en inglés de su titulo formal Deferred Acftion for Childhood Arrivals. Obama mismo le pidió a Trump en su reunión en la Casa Blanca poco después de la elección que no tocara DACA. Trump no se ha comprometido a nada sobre el programa, pero previamente había dicho que durante su primer día en la Oficina Oval revocaría las acciones ejecutivas “inconstitucionales” de Obama.

Por su parte, el líder comunitario de origen cubano Benjamín de Yurre, que también estuvo en la reunión, dijo que los grupos seguirán buscando la reforma migratoria.

“No queremos deportación masiva, sino reforma migratoria”, dijo De Yurre.

“Los migrantes legales o indocumentados que vivimos en los Estados Unidos reconocemos que vinimos con nuestras familias a vivir a esta tierra, donde la democracia y libertades son ejemplo para el mundo entero”, indica un comunicado emitido por la coalición en vísperas de la reunión.

“No estamos de acuerdo con hechos vandálicos de protesta, insensatos, sin sentido, que en días anteriores han ocurrido en distintas ciudades de nuestro amado país”, dice el comunicado. “Declaramos que aquí, los Estados Unoidos, es nuestro nuevo hogar y que por ello debemos protegerlo, respetar sus leyes, amarlo como si fuera nuestra propia patria”.

Aunque Trump prometió durante la campaña que iba a crear una “fuerza de deportación” para expulsar a todos los indocumentados, en días recientes parece haber suavizado sus amenazas iniciales. Trump dice ahora que se enfocará en la expulsión de inmigrantes con antecedentes penales, mientras que sus voceros han asegurado que no habrá deportaciones en masa.

“Le pedimos a nuestro presidente electo que de una vez por todas se legalice a [los] indocumentados”, dice el comunicado de la coalición.

Aparte de Portillo y De Yurre, también asistieron al evento otros activistas y líderes comunitarios de varios grupos incluyendo Organización Hondureña Francisco Morazán, así como Ecuatorianos Unidos y Bolivianos Unidos.

Fuente: El Nuevo Heraldo.

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