El frío está en su máximo apogeo, y debido a la sensación que nos provoca, muchas veces no nos deja movernos y realizar nuestras actividades diarias. Por eso, ya sea que tengas que salir por motivos de trabajo o permanezcas en casa, toma nota de estos eficaces remedios caseros para afrontarlo:
- Abrígate bien: esto quiere decir que con muchas capas de ropa. Si usas prendas ajustadas, estas te van a causar más calor que las sueltas, ya que no permiten el paso del aire entre las capas y tu piel, así que la mejor opción es optar por tejidos naturales como el algodón, la lana o la seda, pero si eliges las prendas térmicas, tampoco es mala opción.
Si tienes que ir a algún lado, revisa a qué temperatura estás para no enfermarte por los cambios bruscos. Asimismo, es importante que además de tu cubrebocas, lleves guantes, bufanda y un gorrito, para mantener estas partes del cuerpo que están más expuestas, calientitas. Tampoco hay que olvidarnos de los pies, usando calcetines y zapatos impermeables y con una suela resistente a las altas temperaturas y que nos permita caminar por la calle sin temor a caernos.
Una buena opción para mantener tu ropa con una temperatura agradable, son las bolsas de calor instantáneo, que puedes meter dentro de los bolsillos y hasta en los calcetines dependiendo de su tamaño.
- Aplica aceites naturales: como los de almendras, canela, clavo, enebro, jengibre y pimienta, ya que por su composición, estimulan la microcirculación sanguínea, aumentando la temperatura de la zona donde se aplique. Realiza un masaje en el área donde más frío te dé, y a los pocos minutos entrarás en calor.
- Cuida tu piel: para que el frío y la humedad no afecten tu piel, hidrátala con cremas faciales, corporales y de manos.
- Mantente activo: no necesariamente tiene que ser realizando ejercicio, porque a veces las bajas temperaturas nos lo impiden, pero pueden ser movimientos tan simples como en lugar de poner los pies en el suelo los mantengamos un poco elevados o subir y bajar escaleras. También, respira por la nariz y no por la boca, ya que si lo hacemos de esta forma, el aire que inhalemos será más frío.
- Toma bebidas calientes: ya que aumentan la temperatura de nuestro organismo. Elige entre chocolate, té (puede ser de jengibre), café, un caldo o lo que prefieras. Además, al sostener la taza, nuestras manos se mantienen con una buena temperatura. Aunque no sientas tanta sed, es importante que te mantengas hidratado.
- Opta por alimentos que ayuden a que entres en calor: al hacer la digestión, nuestro cuerpo sube su temperatura, por lo que en estas épocas se recomiendan alimentos que la ralenticen; por eso no es extraño que queramos comer de más. Los mejores ejemplos son los ricos en grasas, carbohidratos y proteínas, como la avena, boniatos, calabaza, legumbres y papas.
- No ingerir alcohol para entrar en calor: al tomar un sorbo, podemos sentir calor, pero la vasodilatación corporal después de un tiempo causa frío. El alcohol, a su vez, desaparece la capacidad de tiritar, mecanismo natural del cuerpo para generar calor y provoca deshidratación, que provoca el frío.
- Verifica que todo esté bien en casa: mantén el sitio donde más estés a una temperatura agradable, cerrando muy bien puertas y ventanas. Asimismo, debes prestarle especial atención al mantenimiento de la calefacción, para evitar accidentes e intoxicaciones. Por último, arregla tu cama con mantas y edredones y viste pijamas gruesas y ropa interior larga para pasar una buena noche.
Vía: ¡Hola!